Este es un collar de perlas único con 32 exquisitas perlas. Una perla es dura y redondeada, está formada por mariscos como las ostras. La perla se forma cuando un grano de arena u otra partícula pequeña entra accidentalmente en el cuerpo de la almeja y comienza a irritarla. Si la almeja no logra expulsar el cuerpo extraño, comienza a segregar una sustancia especial llamada nácar, con la que la envuelve. Antes del siglo XX, las perlas se extraían solo de las profundidades de los mares cálidos y la profesión de cazadores de perlas se consideraba extremadamente peligrosa. Ya existen plantaciones cultivadas de mejillón perla de agua dulce, y su producción representa más del 90% del comercio moderno de perlas. El proceso de cultivo en sí se desarrolló ya en el siglo XIII en Huzhou, China. Sin embargo, el verdadero éxito no llegó hasta 1924, con el descubrimiento de la almeja ikesho. Desde entonces, las cualidades únicas de la perla de agua dulce han sido muy valoradas. Muchas supersticiones están asociadas con las perlas. En la Antigua Roma eran considerados un símbolo de poder y sabiduría, y para las mujeres eran portadores de felicidad y sueños voluptuosos. Los indios usaban perlas como talismanes. Los astrólogos recomiendan adornos de perlas a los nacidos bajo el signo de Géminis.