La plata ha sido valorada durante mucho tiempo como un metal precioso para acuñar monedas. El metal se encuentra en la corteza terrestre en forma elemental pura y libre, como una aleación con oro y otros metales, y en minerales. La mayor parte de la plata se produce como subproducto de la refinación de cobre, oro, plomo y zinc. La plata exhibe la mayor conductividad eléctrica, conductividad térmica y reflectividad de todos los metales. El metal plateado se usa en muchas monedas, en lingotes, a veces junto con el oro: aunque es más común que el oro, es mucho menos común como lingotes. Las monedas de plata se consideran la forma de acuñación más antigua producida en masa. Se cree que como medio de cambio, las monedas aparecieron por primera vez en la antigua China, y más tarde en Asia Menor y Europa comenzaron a fabricarse con metales preciosos como garantía de su valor. La plata se ha utilizado como metal para monedas desde la época de los antiguos tracios, sus monedas de plata eran un medio de comercio popular que luego fue utilizado por las naciones emergentes de Europa. Los antiguos persas en Asia también usaban monedas de plata. El sistema monetario fue adoptado por la dinastía persa aqueménida a través de los tracios en Frigia (Blegia). En el pasado, los centavos británicos también estaban hechos de plata. Las monedas de plata también se utilizan hoy en día como medio de inversión contra la inflación. Al igual que con todas las monedas coleccionables, muchos factores determinan el valor de una moneda de plata, como su rareza, demanda, condición y el número acuñado originalmente.